Impacto de los autos electrónicos en el medio ambiente

Copia del primer automóvil de Benz. Crédito: dengi.ua
Cuando por el año 1885 un ingeniero alemán Karl Benz mostraba al mundo un curioso invento llamado automóvil, muchos se vieron embelesados ante novedoso artefacto el cual ofrecería la oportunidad de movilizarse a mayor velocidad. Obtener un ejemplar del por entonces nuevo transporte resultaba económicamente complicado debido a que su producción era muy lenta y costosa.
Sin embargo, Henry Ford lanzaría prototipos de menos costo realizados por una producción más acelerada. El sistema industrializado de Ford permitió una gran demanda de vehículos ya que se logró colocarlos al alcance de las masas. En la actualidad existe poco más de 1 billón de autos en el mundo los que lamentablemente están generando severas consecuencias en el medio ambiente.
Los factores contribuyentes a la amenaza no únicamente del planeta sino que también de la salud humana, son los gases tóxicos como el monóxido de carbono (CO), hidrocarburos (HC) y óxidos de nitrógeno (NOX) y la materia particular fina los cuales son emitidos por los autos. Ante este problema surgió una solución impulsada por países que se preocupan por el estado del medio ambiente; el auto eléctrico, una nueva versión del transporte terrestre que resultaría ser menos contaminante. Este dependería de una energía renovable y sostenible, no obstante ¿realmente sería una solución o existe la probabilidad de restaurar los daños actuales sin evitar generar otros nuevos?

Imagen: efemotor.com
Aunque se les anuncia como gran alternativa de movilidad ecológica, lo cierto es que presenta algunas falencias que analizadas con serenidad podrían ocasionar nuevas inquietudes en el entorno medioambiental o simplemente no mostrar ninguna mejoría. Una publicación de National Geographic da cuenta de un estudio realizado en la Universidad de Edimburgo por los escoceses Victor R.J.H. Timmers y Peter A.J. Achten titulado «Non-exhaust PM emissions from electric vehicles» donde se advierte que los vehículos eléctricos son más pesados por lo que su emisión de partículas en suspensión es igual a las de los vehículos comunes. La investigación concluye que la creciente popularidad de los vehículos eléctricos probablemente no tendrá un gran efecto en los niveles de partículas en suspensión, las cuales se relacionan con la contaminación del aire.

Imagen: La Razón
Según la Confederación “Ecologistas en Acción” aparecerán problemas en el futuro debido al uso y producción de los autos eléctricos. Esta perspectiva prevé una demanda enorme de electricidad. La continuidad de este tipo de energía serviría de excusa para el relanzamiento de la energía nuclear como alternativa ilimitada, la cual en realidad no representa una opción muy limpia ni saludable. La construcción de un nuevo sistema de automóviles requerirá de otras piezas y materiales, lo que conllevará a la explotación de diferentes materias primas para la elaboración de las baterías.

Planta nuclear Chernóbil. Imagen: Gleb Garanich/ Reuters
Ante estas opciones, apreciamos un indicio muy claro del verdadero aporte que podría brindar el auto eléctrico. Se comprende que si bien es menos contaminante que los vehículos comunes, su contribución no es significativa pues representa una reducción de contaminación de un 3% aproximadamente. Además debido al atractivo de este modelo, más que un acto de conciencia por el medio ambiente sería una nueva incitación al consumismo. Como consecuencia aumentaría considerablemente el número de vehículos, lo cual afectaría al planeta.
Algunos conceptos de fabricación indican que los autos eléctricos podrían no ser contaminantes debido a que depende de un nuevo impulso energético como lo es la electricidad. Pero, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones indica que el único cambio que sufre la producción es en el motor, los demás materiales a utilizar son los mismos al igual que en la carrocería, por ende, contaminan igual que el auto convencional.
Otra problemática que ya existe pero podría acelerarse con la incorporación del auto eléctrico, es la explotación inconsciente del litio el cual es un elemento necesario para la elaboración de las baterías que necesitarán estos vehículos. Al ser un recurso muy escaso en nuestro planeta, las industrias mineras podrían dañar zonas naturales contaminando ríos y especies acuáticas además de la propia tierra. Por estas razones debería evaluarse de forma apropiada el desarrollo de un transporte moderno y ecológico.

Extracción de sal de Uyuni. Imagne: Pedro Laguna.
Ninguna alternativa de transporte será más saludable para el ser humano y el planeta que el uso de la bicicleta, pero muchas urbes del mundo no están diseñadas para ello. Con todo, existen grandes probabilidades de que los autos eléctricos puedan perfeccionar su modelo de elaboración. Se pueden tomar en cuenta energías naturales como la eólica o solar, las cuales contribuirían de gran manera en la limpieza de nuestro ambiente, además de evitar la contaminación sonora y desarrollo de enfermedades respiratorias o el propio cáncer.

Auto con paneles solares. Imagen: El Confidencial
Estamos cerca de cumplir dos décadas del presente siglo XXI y la civilización no reacciona ante fenómenos como el calentamiento global y los desastres naturales. Entre los factores que han ocasionado semejante daño está la compra masiva de automóviles y los gases que consecuentemente éstos han esparcido desde su creación. Se espera la toma de conciencia de la humanidad y la apuesta por un medio de transporte más ecológico.